Francis Díaz

Francis Díaz

Francisco Javier Díaz González (o Francis Díaz para los amigos) nació un 15 de mayo de 1968 en Santa Cruz de Tenerife a las 7 de la tarde, en el seno de una familia de clase media; era el mayor de cinco hermanos.

Su padre, Paco, y su madre, Teresa, sacaron adelante a la numerosa prole en su domicilio de la calle Felipe Pedrell, 16 del popular barrio de Cruz del Señor en Santa Cruz, un piso de alquiler sencillo y pequeño dónde transcurrieron los primeros doce años de su vida, hasta que sus padre tomaron la decisión de apostar por comprar el definitivo domicilio familiar en la céntrica calle Jesús y María de Santa Cruz de Tenerife, junto a las Ramblas, el Parque García Sanabría, y sobre todo muy cerca de los colegios de los chicos.

La realidad es que en su familia no existe antecedente musical de tipo alguno; no obstante, se trataba de un clan con gran afición musical, recuerda como objeto de compañía un gran “pick up” que con forma de mueble-bar de madera escondía un tocadiscos y una radio de teclas blancas enormes, en el que escuchaba todo aquello que podía, al igual que el tragadiscos (otro incunable aparato de la época) en el que pinchaba los singles de sus tias Carmen y Cristi.

Recuerda Francis su primer aparato de radio propio. Era un pequeño transistor cuadrado del tamaño de una galleta que le regaló su entrañable tía Lola, el cual con una minúscula rueda desplazaba el dial que hacía sonar las pocas emisoras de onda media que existían, que la frecuencia modulada –FM- no existía.

El primer contacto del pequeño Frabcis con su instrumento, la guitarra, fue propiciado por su tía, Cristi González, que poseía una; sin embargo esa guitarra era de muy mala calidad; era mate, descolorida, tenía pintadas a bolígrafo y casi se podía separar en dos partes dado que el cuerpo de la misma estaba prominentemente rajado de lado a lado, motivo por el que Francis la llamaba en broma el “sándwich”. Pero al fin y al cabo era una guitarra y aunque no siempre tenía las seis cuerdas disponibles era capaz de producir los sonidos que quería y eso atraía al joven músico, que con facilidad remedaba las melodías de las canciones que escuchaba.

Escolarmente Francis era un niño ejemplar, y a la tierna edad de cuatro años fue matriculado en el Colegio Alemán por sus padres. Durante esos años Francis se desenvolvía sin problemas y obtenía notas excelentes. En tal sentido se podría decir que para nada coincidía con el estereotipo del músico escolarmente conflictivo.

Las inquietudes y aptitudes musicales del joven Francis no pasaban desapercibidas para su madre, quien ante la precocidad musical de su hijo decidió inscribirlo en guitarra como actividad extraescolar a la edad de seis años en el propio Colegio Alemán. Esta circunstancia motivó que Francis conociese a la persona que mayormente colaboró en su formación musical y probablemente resultó en gran medida responsable del músico que hoy es. Don Francisco Sarmiento Rojas, reconocido músico de Tenerife, que compaginaba la enseñanza musical como profesor de guitarra en el Conservatorio de Santa Cruz de Tfe. con las clases que impartía en colegíos y en su propia academia del barrio del Toscal.

Su profesor debió de apreciar algo en el pequeño Francis; probablemente sus aptitudes e inquietudes, algo innato en el joven músico que hizo plantearle a su familia su incorporación al Conservatorio de música, lo que se hizo efectivo cuando Francis contaba con siete años de edad. Sus padres se decidieron a comprarle una guitarra propia; su primera guitarra, una guitarra no muy cara pero digna, con la clásica funda de cuadros rojos y blancos que aun se estila en la actualidad como estuche primerizo.

Aquella guitarra no fue el único instrumento de Francis ya que, durante las navidades de 1977, y a la edad de nueve años, se empeñó en tener y le regalaron un órgano electrónico de dos teclados. Era evidente que Francis se sentía atraído por la posibilidad de hacer música con carácter integral y aquellos instrumentos eran los únicos capaces de reproducir ritmos pregrabados con sus acompañamientos de bajo y acordes, sobre los que ejecutar melodías. Francis no tardó en aburrirse de aquel instrumento, era demasiado artificial, demasiado enlatado y por ello era incapaz de transmitir lo que pretendía el joven músico.

El sistema educativo del Conservatorio de Música de Santa Cruz de Tenerife de aquella época tuvo evidentemente gran influencia en la amplitud de miras de Francis; la teoría y el solfeo se agradece y además es necesario, aunque no este conforme con su sistema educativo, apostando personalmente por un sistema más híbrido capaz de compaginar el conocimiento del lenguaje musical con la práctica inmediata del instrumento. Por ello y desde los quince años ya ejercía de profesor en su colegio alemán transmitiendo conocimientos y sensaciones a decenas de niños que se iniciaban en el instrumento y bajo un método “made in Francis.” que propiciaba el disfrute inmediato de la música y la guitarra. Algunos de ellos acabaron también con sus propias bandas y grupos de rock.

Si por algo destacaba Francis era por su extraordinario oído musical y una curiosa habilidad para escuchar una canción y ser capaz de reproducirla a la guitarra casi inmediatamente. A dicha destreza hay que añadir la virtud de tener una capacidad extraordinaria de recordar músicas y estructuras armónicas. Como bien decía, “para tocar una canción tan sólo hay que tenerla en la cabeza” y eso podía ser una ventaja o, curiosamente, en ocasiones una losa ya que sin querer se convertía en amenizador de fiestas y celebraciones a modo de Karaoke humano, esto le valió el apodo de “Mr Jukebox”.

Estas innatas aptitudes eran conocidas en el colegio alemán, lo que le llevaba irremediablemente a tocar en todos los festivales que se organizaban en el colegio, a representar al centro en los concursos inter-escolares musicales que se promovían a nivel regional, nacional e incluso internacional y que tuvo ocasión de ganar en un par de ocasiones.

Precisamente es en el Colegio Aleman, y con motivo del cambio de rama de Rafa, que entraría en la rama española del centro, lo que propició que Francis conociera a su eterno partenaire, Rafa Saavedra, con quien desde el primer momento estrechó un vínculo que ha sido una constante hasta estos días.

Además de coleccionar discos en vinilo, una de esas oscuras obsesiones de Francis, poco a poco se ha hecho con una interesante colección de guitarras de los más variados timbres y características. Al final el sueño no resultó demasiado desencaminado ya que a día de hoy cuenta en sus armarios con un variado abanico de modelos, desde su eterna Telecaster, pasando por guitarras más cañeras como la Gibson Les Paul, la Gibson Explorer, Gibson SG, Fender Stratocaster, Paul Reed Smith, así como la exquisita y más “popera” Rickenbaker 360 negra con la que en su última etapa se ha prodigado en directo.

En su trayectoria musical, Francis siempre se ha mostrado extremadamente activo, participando en numerosos en proyectos musicales. Su versatilidad como bajista y guitarrista (e incluso como batería y teclista aunque a menor nivel) le llevaron a tener la capacidad de emprender proyectos tan interesantes como:

1. “DIPLOMATICOS”, la banda de Pedro Guijarro, en la actualidad en activo.

2.- En 1999 se ve inmerso por casualidad en el proyecto del músico Jose Febles, Fran “Manendemun” y el propio Rober Bacallado, los cuales ponen en marcha una sugestiva banda de nombre “MUNSTERSIETE” que explota con inteligencia los sonidos más trip-hop y vanguardistas que imperaban en la época.

3.- Asimismo formó parte durante varios años de la banda del imprescindible “Eduardo Bercedo Langlenton” en proyectos como “INNUTRIOS” o, posteriormente “VENUS EN SURF”

4.- Su participación como músico de sesión se ha concretado en decenas de colaboraciones en discos para otros artistas así como en actuaciones en directo para los mismos para bandas y cantantes como “Dejavu”, “Enzo”, “Sin Fundamento”, “Ykay Ledezma”.

5.- Además de la más que interesante intervención como guitarrista junto a la Tenerife Film Orchestra dentro del festival Fimucite 2008 junto a directores y compositores como Diego Navarro, Fernando Velazquez, Trevor Rabin, John Frizzell o Ramin Djawadi.