Roberto Bacallado

Roberto Bacallado

Roberto Bacallado nació un 13 de abril de 1968, a las 6 a.m (emblemáticos tema de LPB), era el segundo de tres hermanos. Desde pequeño, Roberto sentía auténtica atracción por la música y sus inquietudes le empujaban cada vez más a aquellos instrumentos que tenía más cercanos; entre ellos una corneta militar con la que acabó frustrado y la guitara, un instrumento que le apasiona pero que no domina del todo. Puede que todo ello le empujara hacia la batería; aunque en honor a la verdad la persona que inició al pequeño Rober a las baquetas y al mundo del ritmo fue su padre, Checho Bacallado, quien le regaló un tambor pequeño, con redoblante y bordonera que, siendo aún muy niño, Rober aporreaba sin piedad.

A Roberto le gustaba el ruido que producían los parches de la batería cuando eran golpeados violentamente, y poco a poco fue descubriendo esa sensación de poder, de control del ritmo y de la banda que emanaban del instrumento. Sus padres, a la vista del interés mostrado por "el niño" en la batería, decidieron comprarle una, con la que el pequeño Rober se empecinó en aprender a tocar, y lo consiguió; aunque hay que reconocer que pese a tener una facilidad asombrosa y una pegada considerable para sus trece años, Rober invirtió innumerables horas de soledad en aquél garaje de Barranco Hondo, en que LPB instalaría su cuartel general, para lograr su objetivo que no era otro que dominar su instrumento.

Con catorce años, Rober conoció a sus compañeros de viaje, Rafa Saavedra y Francis Díaz, con los que se inició como músico en una aventura tan vital como intensa y rebosante de satisfacciones y algunos que otros sinsabores.

Aunque parezca mentira, la pasión que Rober siente por la música le llevo a explorar el mundo de la música electrónica, y es que en el año 2000 el polifacético músico fija su residencia en el Reino Unido para estudiar imagen y sonido, coincidiendo con Luis Enrique Montero (Lupo), Giorgio Draisci, Faris Armstrong y Santiago Posada, unos inquietos adictos a la música que decidieron fundar un sello discográfico orientado hacía la música electrónica. La verdad es que Rober fue invitado por sus compañeros a unirse en esa aventura y Roberto no lo dudó: nacía “LOGICAL NOISE RECORDS”.
La experiencia fue especialmente gratificante, pese a que se trataba de un modestísimo sello, y Rober y sus socios desempeñaban todos y cada uno de los roles de empresa, y tan pronto se sentaban a negociar con promotores, como repartían “flyers” en locales y clubes nocturnos, o distribuían a pie, bajo un duro frío de invierno, los vinilos del sello por las tiendas especializadas del soho londinenese. El proyecto no pasó de ahí, de varias gripes y de mucha ilusión, pero Rober guarda un extraordinario recuerdo de ello ya que "no dejábamos de ser un diminuto e insignificante sello en un mundo dominado por multinacionales intentando abrirnos paso, pero la experiencia valió la pena".

En relación con ese mismo sello donde los artistas, además de publicar sus trabajos desempeñaban todas esas funciones antes mencionadas, se creó un proyecto basado en hacer música electrónica en directo, haciendo uso de ordenadores portátiles y otros "cacharillos" electrónicos como controladores, samplers, sintetizadores, etc…, pero con la peculiaridad de acompañarlo en directo con instrumentos reales como batería, bajo y percusión, además de la voz. Ese proyecto los llevó a tocar en el mismísimo "Ministry of Sound" de Londres, un club con mucha solera en aquel entonces pero que vive ahora de lo que fue, y por otros pequeños clubes londinenses. También los trajo este proyecto hasta la isla para participar en el Primer Festival de Música Electrónica Ciudad de La Laguna en el año 2004.

Roberto recuerda especialmente que en 2006 el festival Eólica, que se celebra anualmente en la localidad de Granadilla de Abona, contrató a uno de los artistas del sello. Evidentemente Roberto se desplazó a Tenerife para cerrar los términos de la contratación, y también en funciones de road-manager; sin embargo la sorpresa surgiría después, La Pista sería contratada por el promotor para reaparecer en el festival en uno de los más intensos e importantes conciertos de su historia.

La biografía de Roberto Bacallado estaría incompleta si no habláramos de su etapa de disc jockey, una etapa que coincide con su prolongada estancia en Londres, donde abrazó la cultura de club, y se disfrazó de DJ para el deleite de unos pocos. Todo quedó en algunas buenas sesiones en fiestas privadas y en algunos pequeños locales y terrazas como el "Cañaveral", el "Chespir", el "Arena" o el "No Comment", lo que después sería el "Beat Club de Fernan" (El Killo), uno de los mejores y más polifacéticos dj´s de Canarias.

La calidad, la potencia y el feeling de Roberto en su instrumento le ha llevado a ser uno de los baterías más codiciados de la isla, quizás por ello, se ha embarcado en diversos proyectos que ha abandonado en favor de "La Pista Búlgara", pero en los que ha demostrado su innegable calidad, en bandas como:

1.- "DIPLOMATICOS", la banda del genial poeta-compositor Pedro Guijarro, probablemente uno de los mejores letristas del rock canario;

2.- "MUNSTERSIETE", proyecto experimental de Rober junto a José Febles y Fran "Manendemun", en el que exploraban con inteligencia los sonidos trip-hop y vanguardistas de finales de los noventa

3.- Más cercano en el tiempo su incorporación a la “VENUS EN SURF”, la banda del ínclito "Eduardo Bercedo Langlenton"