En el año 1999 sale a la luz por fin el tercer trabajo de la banda.
Tras varios años en que la banda se mantuvo casi sin actividad exterior, el empuje de Paco Chinea y su sello Estudios Multitrack logró que las maquetas durante años acumuladas en cajones de Rafa y Francis, fruto del trabajo de innumerables sesiones de composición en su local de Barranco Hondo, se convirtiesen por fin en un nuevo disco. Las sesiones de grabación fueron largas e intensamente disfrutadas por la banda y su nuevo productor y amigo. Casi durante un año, 1998, el disco se coció a fuego lento y finalmente salió a principios de 1999. El teclista Juanjo Pérez adquiere un protagonismo importante en el disco formando parte de la banda entre 1998 y 2000. Su intervención en el mismo salta a la primera escucha con sonidos de órgano hammond y piano rodhes perfectamente reconocibles. El innumerable material recopilado por la banda en años anteriores y la ansiedad por plasmar todas sus ideas en disco provocaron que fuese un disco largo y de variado sonido. En esa época la transformación digital de los estudios coge de lleno a la banda en la producción, resultando un disco que si bien no alcanzaba el sonido perfecto al que la banda aspiraba en ese momento si denota el momento de creatividad de la banda, con canciones definitivas como "De frente (hablamos de velocidad)","Red de pensamiento" o "Volando hasta tu cuarto de estar". El pop inglés, siempre presente en el sonido de La Pista surge con más fuerza en este disco en el que el aire beat, mod y pop se mezcla con momentos rock más rabiosos e incluso con pinceladas funk o R&B. Si bien no es un disco de escucha inmediata como los anteriores sí contiene elementos que descubrir con cada nueva pasada lo que le da un valor diferente. Se editó solo en formato CD, siendo el único single "De frente". Portada de Rubén Hernández.
